El 18 de noviembre de 1909 tuvo lugar la última erupción volcánica de la isla de Tenerife: El volcán Chinyero, un volcán que apenas duró 10 días.
Se cuenta que los fieles llevaron la imagen del Cristo en procesión rogando por la detención de la lava, y según la tradición, la erupción cesó después de ello.
Desde entonces, cada año, en noviembre se lleva a cabo la conmemoración de los hechos acaecidos durante la erupción del volcán Chinyero con la rogativa del Santísimo Cristo del Valle.